Que todos ellos están en EL NEWSLETTER DE LOS CIENTÍFICOS.
Hace un tiempo eran cientos, pero es que ahora son miles (me refiero a los que están apuntados).
Yo también trabajé (gratis) en un laboratorio, como tú ahora (entiendo que a ti te pagan).
Por eso sé qué se siente.
Conozco la presión de los resultados.
La rutina del día a día.
El agobio cuando eres tú quien se encarga de las compras para el laboratorio.
Aunque cambié la bata por la corbata (frase que tengo que patentar urgentemente) hablo el mismo idioma que tú.
Bueno… digamos que tú eres bilingüe y yo… pues yo me defiendo (nivel usuario, como algunos ponen en el currículum).
Y para que me conozcas un poco más y veas que yo también estuve en tu lugar, te regalo un documento donde te cuento mi experiencia trabajando (gratis) en un laboratorio.
Es tan sencillo como apuntarse a la lista del NEWSLETTER DE LOS CIENTÍFICOS y te lo podrás descargar en el email de bienvenida que recibirás.
¿Cómo apuntarse?
Pues mira, aquí abajo pones un email que abras a diario y listo.
Además, desapuntarse es igualmente sencillo (si una vez dentro te aburro, no te interesa, pasas del tema o acabas odiándome, te das de baja y tan amigos).
En los emails te hablaré de diferentes temas, pero todos ellos relacionados con el laboratorio, cómo mejorar las compras, cómo organizarte mejor, ciencia, anécdotas con clientes, anécdotas personales, sobre la vida… porque la vida y la ciencia van de la mano.
Ya lo decía Rosalind Franklin (química y cristalógrafa):
“La ciencia y la vida cotidiana no pueden ni deben estar separadas”
Así que eso hago, unir la ciencia y la vida en un newsletter. Dos emails a la semana (de momento). Martes y jueves a las 7:30.
Ah, por cierto, me dedico a las ventas. Vamos, que soy vendedor.
Algunos (los que me han entrevistado) me llaman vendedor científico.
Yo me autodenomino químico “de palo”, porque considero que es un insulto para los Químicos que yo me considere químico. Soy VENDEDOR.
Así que si esto es un problema para ti o te incomoda, no te suscribas, no sufras.
Ya que estamos, también te diré que cometo faltas de ortografía, digo tacos y no hablo con lenguaje inclusivo.
Si esto te molesta, tampoco te suscribas.
Pero si esto te da igual y lo que te importa es el contenido y el valor de mis emails, entonces no sé a qué esperas para apuntarte.
Puede que te estés preguntando “mira chaval, recibo cientos de email a la semana y claro, provocar que me lleguen dos más a la semana me da pereza, además no tengo claro si lo que me vas a contar me interesa…”.
Si es así, yo te respondo: juzga tú mismo (comentarios NO solicitados de gente que está dentro):
“Me encantan tus correos y no me pierdo uno. De hecho cuando veo que lo tengo dejo lo que estoy haciendo por leerlo porque me parecen divertidos a la par que interesantes. Y como no son tan largos, tampoco me quitan mucho tiempo. Para mí es un “kit/kat”.
“…recibir emails como este que animan las mañanitas, y gratis, merece más la pena que mi clase de mindfulness o pilates”.
“Ingenioso David!”.
“Tu estilo da vidilla a la investigación, al tiempo que haces tu papel como comercial, haciendo que con humor recordemos que estás ahí para contar contigo cuando vayamos a comprar algo ¡Si yo fuera tu jefe te ascendería! Sigue así.”
“Me encantan tus emails! Paso un buen rato”.
“Sólo puedo decir que eres un fenómeno David, y que tu newsletter me parece muy interesante y bien trabajado, así que ENHORABUENA!!! y muchas gracias por tu labor”.
“Joer qué correo más bonito. Me ha traído muchos recuerdos, me he emocionado y todo, no te digo más”.
“Me hacen mucha gracias tus e-mails; siempre busco un ratito para leerlos”.
“Me encanta tu estilo. Es de lectura muy amena y cercana. Divertido, fresco”.
“David es que es buenísimo‼ Con el último me he partido de la risa 😂😂😂. Gracias por alegrarnos las mañanas”.
“Muy muy bueno”.
Bueno, vale, ¿pero y tú quién eres?
Pues un químico de palo que dejó la bata por la corbata.
Que tengas un día estupendo.
